La ruta parte de Estepona ascendiendo al Puerto de Peñas Blancas para pasar a la cara norte de Sierra Bermeja donde, pasando por Jubrique, se llega al corazón del Valle del Genal, en la confluencia de los términos municipales de Jubrique, Genalguacil y Algatocín. Al cruzar el río Genal se asciende a Algatocín para tornar luego hacia el sur hacia uno de los pueblos más típicos de la Serranía de Ronda, Gaucín, desde donde se baja nuevamente hacia el río Genal y se asciende a Casares. El regreso desde Casares a Estepona se inicia por carretera provincial que baja al litoral para desvíarse antes de llegar a la costa por una vía pecuaria asfaltada que llega al punto de partida, sin pasar en ningún momento por carreteras nacionales.

Desde el punto de vista paisajístico, esta ruta clásica de ciclismo de carretera ofrece fuertes contrastes al pasar de los densos pinares de Sierra Bermeja, coronados en sus cotas más altas por pinsapares, a los castañares del Valle del Genal que, según la época en que se realice el itinerario, ofrecerán un increible mosaico de colores. El paso por el Valle del Genal proporcina además la sensación de estar muy alejado de los ritmos del litoral, al ser un entorno fundamentalmente agrícola y rural. El ascenso desde el Genal a Algatocín y desde ahí, por la carretera paisajística A-369, hasta Gaucín, proporcionará preciosas perspectivas del Valle del Genal, hacia el Este, o de la Dorsal, hacia el Oeste. Gaucín y Casares delimitan la entrada al Valle del Genal por el sur. El regreso a Estepona por la Colada de los Molinos a Estepona, sirve de colofón a una ruta verdaderamente singular.

Durante el recorrido hay varios puntos intermedios donde repostar agua, si bien, además, al pasar por hasta cinco pueblos, las posibilidades de realizar algún avituallamiento están suplidas.

Como promedio en Sierra Bermeja, la temperatura disminuye unos 0,5ºC por cada 100 m de elevación por lo que en las cimas de los Reales puede hacer 6 grados menos de temperatura y, en no pocas ocasiones, hasta 10 grados menos. Los pueblos del interior también suelen tener temperaturas mucho más bajas que en la costa.